Como ya os comenté en la presentación del Blog soy un apasionado de la cocina molecular, en este caso he confeccionado un ravioli de Brockmans, tónica Boyland, zumo de mango y espuma de fruta de la pasión.
Para conseguir nuestra peculiar pasta fresca, utilizamos Brockmans, Boyland y zumo de mango, lo sometemos a un proceso químico con agar-agar para conseguir la textura de la pasta fresca y cortamos con cuidado para conseguir el efecto laminado.
Acontinuación rellenamos nuestro ravioli con fresa, fruta de la pasión y un par de bayas de enebro caramelizadas y cerramos con otra capa de pasta.
Preparamos una cama de espuma de fruta de la pasión y colocamos nuestro ravioli encima, con esto conseguimos tres texturas, la gelatina de la pasta, el sólido de las frutas y por último la espuma, ¿quién diría que se trata de un Gin Tonic?
Por último decoramos con flores de pensamientos, para darle un contraste de colores cálidos con el azul frío, jugando con los colores igual que con las texturas y los sabores un bocado con mucha elaboración. Bon apetite!!
